Parece que hemos pasado los terribles dos años y nos hemos acercado prematuramente a la adolescencia, al pavo, a la revolución hormonal y a los llantos de mentirijilla constante.Celebramos el tercer cumpleaños en el parque, colgando entre los árboles un montón de globos y guirnaldas y llenando las mesas de nubes de algod...
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