Estoy al límite, hasta las narices, cansada, enfadada, muy cabreada, hasta los mismísimos.Porque yo lo valgo. Sí señor. Porque yo, la madre entregada, paciente, entusiasta y atenta también tengo mis días malos y exploto.Y no me da la gana contenerme más.Estoy que trino, harta de los madrugones.De que todos los días por defecto a las cinco s...
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