Los padres, con más frecuencia de la debida y con la mejor de las intenciones, empezamos a sermonear los niños esperando que ese discurso lleno de buenos propósitos acabe calando en nuestros hijos. Sermoneamos tratando de corregir un mal comportamiento, sermoneamos para que nos obedezcan y se tornen más responsables. Sermoneamos cuando supuest...
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