Querida hija:Te reto a creerte capaz de comerte el mundo, de trepar al árbol más alto sin más ayuda que tu empeño y perseverancia, a desafiar a las alturas desde tu castillo en el aire, a sonreír incluso cuando duele, a enfadarte conmigo cuando no compartas mi opinión, a luchar por tus ideales aunque (y porque) no tengan nada que ver con los ...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..