Este verano he sido muy crítica conmigo misma. Sobre todo he criticado, y mucho, una faceta de mi papel como madre. Pero el mío y de casi todos los padres que me rodean. Quizá es que he tenido tiempo para reflexionar o quizá es porque ya estoy un poquito hartita de niños tiranos, exigentes y egoístas. Y no estoy descalificando a ningún niño...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..