Pues sí, ya han pasado 7 años de aquel maravilloso mediodía, en que mi hija decidió que era hora de conocerme en persona y vino al mundo con muchas prisas, casi sin darme tiempo de llegar al hospital, sin tiempo de llegar ni al paritorio, allí, en la cama, sin medicación ni anestesia. Las ?rapidillas?, nos llamaron. ¿Aquella velocidad en su ...
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