El otro día me quedé sin harina de fuerza y quería hacer pan porque no me quedaba ná de ná. Así que, muy atrevida yo, me animé a hacerlo con harina normal. Pues bien, el resultado fue todo un éxito, y lo mejor, saber que no es necesaria la harina de fuerza. A mi, que vivo en un pueblo pequeño (pero precioso) me cuesta encontrarla, así que...
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