Lo confieso, no me gusta nada el pimiento: ni el rojo, ni el verde, ni el amarillo ni los de Padrón. Algo debe haber de genético en esto porque a mi hermana le ocurre lo mismo. No es una manía en sí: si algo lleva pimiento pero no sabe a pimiento no me importa, me lo como y me gusta (como la salsa para la carne que hace mi madre).El caso ...
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