Cuando me enteré de mi embarazo, no me emocioné, tampoco lloré de la felicidad y menos pensé en ideas creativas para anunciarlo. Cuando supe, sentí miedo, mucho miedo, angustia, comencé a pensar en cuanto tiempo sería capaz de ocultárselo a mis papás. Mi embarazo no fue motivo de alegría ni de felicitaciones, todos en casa estaban como ...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..