No hemos pasado buenos días en la casa sin zapatillas. Alguien querido de la familia nos ha dicho adiós, cuando estaba en la plenitud de su vida: 40 años. Son esas cosas que pasan a las que no encuentras sentido y a la que tienes que hacer frente, primero para asimilarlas tú y luego para que las asimilen tus hijos. Si bien es cierto que no...
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