En casa la hora de la comida es un suplicio, sobre todo con P. Hay días que se come todo lo que hay en el plato, pero otros muchos días no. Tontea con la comida, a veces hasta ha llegado a escupirla (muy pocas veces) y sobre todo la hora de la cena es una auténtica locura para mi y mi marido, que incluso alguna vez hemos llegado a p...
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