Si has leído el título pensarás que vaya receta. Se va al supermercado, se compra un brick de Caldo Aneto, se abre, se calienta y ya. Pues efectivamente puede ser así pero yo voy a ir más allá porque esta semana he tenido la oportunidad de visitar la fábrica de Aneto y comprobar con mis propios ojos como se hace el caldo. Te cuento cómo fue...
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