- Me pica mamá, ¡ay ay, cuánto me pica!- ¿Dónde hijo"- Aquí. Descubro que codos y rodillas se encuentran cubiertos por unas pequeñas erupciones, y, en ese preciso instante, como en el cuento de Navidad de Charles Dickens, el fantasma de la Psoriasis pasada hace su aparición en mi subconsciente. De pronto llegan a mí recuerdos y sensac...
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