No hay día en el que no me pregunte qué pasa por la cabecita de Rodrigo.Ni uno solo.A veces lo veo sentado, observando su alrededor.En ocasiones se enfada sin motivo aparente y entra en crisis.Algunas veces llora y me abraza con una fuerza que me estremece por el dolor y la desazón que transmite.Otras se tumba en el suelo y se ríe a carcajadas....
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